como nacen los héroes

"Troya cayó, Roma cayó. Leningrado no cayó"

mártires orgullosos

Bagdad, 14 de septiembre de 2003...

Ninguno de ellos recordaba cuando había comenzado la fiesta. desde la llegada de la coalición, Bagdad habíase convertido en una eterna fiesta sólo para ellos. Esa noche y como siempre, apretados en el land Cruiser rojo, el grupo se preparaba para otro periplo de bares y matrimonios. Con la universidad cerrada por la invasión y los policías ocupados cazando a Sadam, podían acelerar el viejo carro de Ahmed por las  calles abandonadas.

Al final de cuentas, el nombre de la ciudad es "regalo de Dios", no?

Said todavia festejaba la noche del sábado anterior con la rubia de Kansas que habían encontrado en el bar del tigris. era flaca y conversaba el tiempo todo, y se había quedado comentando sobre Londres con Najib, pero casi al final y ya medio embriagada se lanzó (literalmente) a los brazos de Ahmed. Y Said se deleitaba con la depresión intermitente de Najib-rosa-londrina, que escuchaba en silencio desde el fondo del vehículo.

Estaba bien oscuro en el desierto afuera de la ciudad, pero Iyad les había prometido que el matrimonio iba a dar una excelente fiesta. "va a haber un montón de Vodka y mucha mujer bonita, la novias es heredera de dos hoteles.." Iyad sabía vender una fiesta, y ya los había puesto en apuros en barrios de mala muerte, pero valia la pena por la aventura.

Quando las luces de la ciudad ya no cubrían el desierto, comenzaron a escuchar un ruído viniendo de detrás del carro. Un ruido sordo y constante, muy cercano al parachoque trasero.. en un momento, están todos ciegos con la luz intensa que viene de detrás del carro, en silencio esperando distinguir algo por detrás de la música en bajo volumen...

- "coooorrre, estamos en la miraaa!!!!" Youssef ha podido distinguir el cañon que apunta desde de Hummer atrás de ellos, constante a ciento veinte por hora detrás del carro. Ahmed no lo duda por un instante, sale de la carretera a la izquierda y el jeep comienza a trepidar con el suelo lleno de piedras secas. la ráfaga de disparos explota en todo el coche, y cuando pausa, todos se revistan para encontrar las balas en el propio cuerpo - "nadie? nadie está herido? aaaceleraaa Ahmeeed, no van a parar a preguntar, están disparando! " Ahmed se aferra nervioso al volante del carro, que solo salta con piedras grandes o por causa de un extraño ruido que hace al cambiar las marchas. "nnnTOC, nnnTOC" el carro amenaza con explotar a cada cambio de marchas, el grupo está en silencio cuando comienza la segúnda rafaga desde el Hummer. cuando el terreno comienza a inclinarse Shariff interrumpe el ruido de piedras y motores, (y ya el hummer estaba inaudível) alarmado con el olor intenso de aceite quemado. no termina de preguntar cuando un humo blanco invade la cabina, y Ahmed no va a parar el carro no, no me voy a arriesgar a ser fusilado por un americano drogado en medio de la oscuridad; entonces engata la siquiente marcha y es entonces cuando el carro se llena de humo, la velocidad cae y el carro finalmente para. 

En medio del apavorante silencio, cada uno agazapado en su asiento, escuchan el hummer que se acerca, pasa cien metros a la derecha y sigue al frente, para desaparecer en el silencio del desierto. son las trés y media de la madrugada. 

"pero que americanos idiotas, no podrían estar matando terroristas?" Iyad escupe. el resto está muy asustado para moverse, y solo depués de unos instantes Ahmed piloto baja en silencio del vehículo y revisa el motor por debajo de las ruedas. Unos minutos después vuelve a subirse y dice con voz vacilante: "vamos a tener que caminar, amigos. estábamos corriendo con la caja de cambios rota".

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"Troja caiu, Roma caiu, Leningrado não caiu"

mártires orgulhosos

bagdá, 14 de setembro de 2003...

Nenhum deles lembrava quando tinha começado a bebedeira. Desde a chegada da coalição, Bagdá  tinha se convertido numa eterna festa só pra eles. Essa noite como sempre, apertados no Land Cruiser vermelho o grupo se preparava para outra odisséia de bares e matrimonios. Com a universidade fechada pela invasão e a polícia ocupada perseguindo Saddam, poderíam acelerar o velho carro de Ahmed pelas avenidas abandonadas.

afinal de contas, o nome da cidade não é "presente de Deus", hein?

Said ainda tirava sarro do episódio da noite do sábado anterior com uma loira de Kansas, que tinham conhecido no bar Tigris. era magra, falava o tempo todo, e ficou comentando sobre Londres com Najib, mais quase ao final e já meio bébada jogou-se (literalmente) nos Braços de Ahmed. E Said se deliciava com a depressão intermitente de Najib-rosa-londrina, que escutava em silêncio no fundo do carro.

Estaba bem escuro no deserto fora da cidade, mais Iyad tinha-lhes prometido que o matrimonio ia render uma excelente festa "vai ter um monte de vodka e muita mulher bonita, a noiva é herdeira de dois Hotéis.. " Iyad sabía vender uma festa, e já tinha deixado eles numa fria em bairros da periferia, mais valia a pena pelo menos pela aventura.

Quando as luces da cidade já não mostravam o deserto, começaram a escutar um ruído vindo de detrás do carro. Um ruído surdo e constante, bem perto do parachoque traseiro... num momento, estão todos cegos pela luz intensa que reflete nos espelhos desde detrás do carros, em silêncio esperando escutar algo por detrás da música em baixo volume.

"coooorreeee que estamos na miraaaa" Youssef conseguiu enxergar o canhão que aponta pra eles desde o Hummer bem atrás deles, constante a cento-e-vinte por hora detrás del vehículo. Ahmed não duvida nem por um minuto e sai da estrada pra esquerda, o jeep começa a trepidar com o solo cheio de pedras secas. Uma rácha de disparos estora em todo o carro e quando acaba, todos procuram as balas no próprio corpo. "ninguém, ninguém está ferido?aaaacelera Ahmed, não vão parar a preguntar estão disparandooo" Ahmed se segura nervosso ao volante do carro, que pula ao passar por pedras grandes e ao trocar de marcha "nnnTOc, nnnTOC!" o carro ameaça explodir a cada troca de marchas, o grupo está em silêncio quando começa a segunda racha de disparos desde o Hummer. quando o terreno começa a se inclinar, Shariff interrompe o ruído de pedras e motores (não dava pra escutar o hummer) alarmado com o intenso cheiro de óleo queimado. nem acaba de preguntar e uma fumaça branca invade a cabine do carro, e Ahmed não vai parar o carro, não, não vou me arriscar a ser morto por um gringo drogado no meio da escuridão, engata a marcha seguinte e então o carro enche de fumaça, a velocidade cai e o vehículo finalmente para.

No meio de um apavorante silêncio, cada um encaramado na sua cadera escuta o Hummer que se acerca, passa a cem metros à direita, e some no silêncio do deserto. são as três e trinta da madrugada.

"mais que americanos idiotas, acaso não devíam estar matando terroristas?" gospe Iyad. O restante está muito asustado pra se mecher, e só depois de uns instantes Ahmed-piloto desce em silêncio do carro e revisa o motor por embaixo das rodas. logo volta a entrar e diz com voz vacilante "vamos a ter que caminhar, galera; estávamos correndo com a caixa de câmbios quebrada"